Cuidamos la salud de nuestros árboles durante todo el año, asegurando un manejo responsable y sostenible en cada etapa. Realizamos labores como la poda, el desbroce de hierba y el mantenimiento de la cubierta vegetal. Cada acción está diseñada para fomentar la salud de los árboles y mejorar la calidad del aceite que producimos.

Durante el mes previo a la recolección, se toman muestras en las distintas parcelas de la finca para identificar los frutos de mayor calidad. Recolectamos a mano aquellos que alcanzan un estado óptimo de maduración. Esta cuidadosa selección garantiza que cada gota de nuestro aceite refleje la esencia y el sabor de nuestros olivos.

Iniciamos la recolección de aceitunas antes de que comiencen a madurar, generalmente a mediados de octubre. La mayor parte de este proceso se lleva a cabo de manera mecanizada.

El transporte a la almazara se realiza rápidamente para garantizar la calidad de las aceitunas y mantener valores mínimos de acidez. Al llegar al molino, se inicia el proceso de limpieza y pesaje. Se utiliza aire para eliminar las hojas, y las aceitunas limpias se pesan a continuación.

El molino tritura las aceitunas, y en pocas horas se obtiene una pasta que luego se transfiere a una batidora refrigeradora. En este proceso, se remueve la mezcla, lo que permite la extracción del aceite en frío.

Realizamos la decantación en una centrífuga vertical. Al finalizar el proceso, el aceite se filtra y almacena en una bodega refrigerada, donde reposa en depósitos de acero inoxidable de 15,000 litros, asegurando así una calidad óptima.

Realizamos el envasado de forma mecanizada en envases reciclables y respetuosos con el medio ambiente.